ENERGÍAS FÓSILES

Los peligros poco conocidos de los depósitos de combustible vacíos: riesgos y soluciones

Los depósitos de fuel vacíos presentan graves riesgos para la salud y el medio ambiente, por lo que deben gestionarse con cuidado.

Los riesgos de un depósito de aceite vacío

Un depósito de aceite vacío, aunque aparentemente inofensivo, puede acarrear una serie de problemas:

  • Condensación : Cuando ya no hay combustible, el interior del depósito se enfría más que el aire circundante.
  • Corrosión : Cuando el depósito está vacío, el oxígeno del aire puede provocar la oxidación del metal del depósito.
  • Formación de gas : Un depósito vacío también puede acumular gases inflamables, como el sulfuro de hidrógeno. Además, algunos restos de combustible pueden sufrir reacciones químicas y liberar compuestos gaseosos nocivos para el medio ambiente.

Riesgos sanitarios y medioambientales

La gestión de los tanques de petróleo vacíos representa un importante problema de seguridad sanitaria y medioambiental, sobre todo en caso de fuga o avería del tanque. Las emisiones de los tanques de petróleo vacíos son uno de los mayores riesgos para la salud.

Además de los riesgos para la salud, las emisiones de un depósito de fuel vacío pueden contaminar el suelo y las aguas subterráneas y comprometer la calidad de los recursos naturales. Por eso es fundamental aplicar medidas preventivas adecuadas, así como procedimientos de limpieza y descontaminación, recurriendo a una empresa especializada en la retirada de depósitos de fuel. He aquí algunos consejos prácticos para evitar riesgos:

  • Inspecciones periódicas : haga revisar su depósito para asegurarse de que todo está en orden y de que no hay fugas ni anomalías.
  • Contribuciones de expertos profesionales: Un depósito de aceite vacío debe ser gestionado por profesionales por su experiencia, su equipamiento, su cumplimiento de la normativa y su capacidad para garantizar una gestión completa y eficaz durante todo el proceso de retirada.
  • Más vale prevenir que curar: Retire el depósito de aceite vacío antes de que se convierta en un problema.

Legislación y normativa

La gestión de los depósitos de fuel vacíos está sujeta a importantes normas para garantizar la seguridad y la protección del medio ambiente. La ley estipula que todo abandono definitivo de un depósito debe someterse a medidas destinadas a prevenir cualquier riesgo de formación de vapores: vaciado, desgasificación, limpieza, llenado o retirada completa.

Como hemos visto, un depósito de fuel vacío es un peligro para las personas y el medio ambiente y no puede conservarse, ya esté completamente vacío o parcialmente vacío.

Otras leyes como ésta han establecido normas específicas para la protección del medio ambiente, incluida la retirada de los depósitos de petróleo vacíos. En virtud de estas normas, los propietarios están obligados a retirar los tanques de petróleo vacíos de conformidad con la normativa.

Retirada segura 100% de depósitos de aceite vacíos

Llamar a una empresa de retirada de tanques de petróleo

Cuando se opta por un sistema de calefacción más moderno y respetuoso con el medio ambiente, como una bomba de calor o una caldera de gas, el antiguo depósito de gasóleo queda obsoleto. Retirar este depósito es un paso crucial para evitar cualquier riesgo medioambiental y garantizar la seguridad.

Deshacerse de un depósito de fuel no está exento de riesgos, sobre todo si quedan pequeños residuos de fuel. Estos residuos pueden contaminar el suelo en caso de fuga. Además, los vapores de fuel que quedan en el depósito presentan un riesgo de explosión si entran en contacto con una fuente de ignición.

Por eso es esencial llamar a una empresa especializada para que vacíe, limpie y desgasifique el depósito. Estos pasos eliminan los vapores inflamables y los residuos de fuelóleo, reduciendo el riesgo de contaminación ambiental y explosión.

Explosión de un depósito de petróleo: causas

Las explosiones de tanques de fuelóleo, aunque poco frecuentes, pueden producirse y generalmente se deben a una acumulación de vapores inflamables en el interior del tanque. Cuando un depósito de fuel-oil está en uso, contiene fuel-oil líquido además de vapores de fuel-oil.

Si un depósito está mal mantenido o dañado, estos vapores pueden acumularse y formar una mezcla explosiva con el aire circundante. El riesgo de explosión es especialmente alto cuando un depósito está vacío o casi vacío, ya que el espacio vacío se llena entonces con estos vapores. Una fuente de ignición, como una chispa, un equipo eléctrico defectuoso o incluso un cigarrillo, puede encender estos vapores y provocar una explosión.

Además, la corrosión o las fugas en un depósito viejo también pueden aumentar el riesgo de que los vapores queden expuestos a fuentes de ignición. Por lo tanto, el mantenimiento periódico y la retirada segura de los depósitos de aceite en desuso por parte de profesionales son esenciales para prevenir este tipo de incidentes.

Depósito de aceite sin utilizar: soluciones

Una vez que el depósito se ha limpiado y desgasificado correctamente, tiene varias opciones para determinar su uso futuro. Si se trata de un antiguo depósito subterráneo de petróleo y no hay planes de construcción en el lugar, la solución más sencilla es rellenarlo con un material inerte como arena u hormigón.

Si el depósito de aceite es subterráneo, el proceso es un poco más complicado y puede implicar cortar el depósito. Tratando y aislando el depósito, instalando un dispositivo antiturbulencias y una bomba, es posible transformar tu viejo depósito de aceite en un colector de agua.

Un depósito de fuel antiguo representa un peligro real para el medio ambiente y la salud humana, por lo que debe retirarse adecuadamente de acuerdo con la normativa. Artículo 28 de la Orden de 1 de julio de 2004 regula esta situación concreta: "Todo abandono definitivo de una cisterna debe ser objeto de medidas destinadas a evitar cualquier riesgo de formación de vapores: vaciado, desgasificación y limpieza; llenado o retirada de la cisterna".

Este artículo establece claramente que el depósito debe vaciarse, desgasificarse y limpiarse. Un depósito abandonado puede emitir vapores de gas, mientras que su corrosión también puede provocar fugas que se filtren al suelo, un verdadero peligro medioambiental.

Por tanto, dejarlos en su estado actual no es una opción. Dados los riesgos de explosión y contaminación ambiental, se recomienda encarecidamente solicitar el asesoramiento de expertos sobre el tratamiento adecuado y la retirada de los depósitos.

Julien G.

Julienlicenciado en ingeniería mecánica y especialista en ingeniería climática desde 2009, se ha convertido en escritor especializado en energías renovables, con experiencia en bombas de calor y paneles solares fotovoltaicos para viviendas individuales.
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